viernes, 21 de febrero de 2014

La sencilla y Bíblica verdad sobre los Diezmos

"Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén, y halló en el templo vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y cambistas sentados. Hizo un azote de cuerdas, y los echó a todos del Templo con las ovejas y los bueyes, tiró las monedas de los cambistas y volcó las mesas. Y dijo a los vendedores de palomas: “Quitad esto de aquí: no hagáis de la casa de mi Padre un mercado” 
-Evangelio de San Juan, capítulo 2, versículos 13 al 22-

Hay 3 pasajes donde veo al Señor Jesús realmente emocional:
1. Cuando acude a ver a su primo Lázaro muerto (a quien después resucita) -San Juan 11:38-44
2. Cuando está orando en el Huerto del Getsemaní antes de ser crucificado. -Mateo 26:36-46
3. Cuando está tan molesto de ver el negocio que se hacía en el Templo de Jerusalén que incluso corre a los comerciantes del lugar. 

Literalmente dice que "hizo azote de cuerdas". No dice que golpeó a alguien. Solo dice que estaba tan molesto que ciertamente los echó. Volcó mesas y les acusó de materialistas y poco espirituales pese a estar dentro del mismo templo.

O Jesús era un gran fanático radical e intolerante (cosa que en verdad no era en ninguna de sus facetas incluso más humanas) o en verdad sentía y manifestó lo mismo que Dios el Padre siente al ver que se usa su nombre y figura para engañar, abusar y despojar a otros seres humanos.

Prácticamente hecho un impuesto, una obligación e incluso una forma de maldición, el diezmo moderno exigido por más del 80% de pastores y líderes evangélicos y de otras religiones con base cristiana (e incluso entre agnósticos) y/o espiritual.

Falsos apóstoles sobre todo en los últimos 20 años desde el año 2000 han enseñado, predicado y justificado el torrente de regaños que hacen a sus congregantes en nombre de Dios y con el fin de obtener uno de los elementos más preciados en este mundo nuestro: El dinero.

Dicen que el dinero no compra la felicidad pero la renta bastante bien. Eso se hace latente entre estos falsos apóstoles y falsos pastores que demandan sin pena el dinero de sus fieles cada domingo. Pese a que un 90% recibe su salario de manera quincenal y otro 10% lo hace mensual, es común que muchas iglesias remachen cada domingo e incluso entre los servicios semanales el tema. Pareciera que Dios tiene una necesidad y prisa de ver el dinero o de otra manera se ve impedido para seguir dando sustento a sus hijos.
Es curioso porque el mismo Señor Jesús enseñó que Dios hace salir su sol sobre justos y malos (Mateo 5:45) independientemente de si diezman o no. No es conocido ningún caso donde la gente mala no haya visto el sol salir sobre su cabeza pese a sus acciones.
Desde luego, Dios reprueba la maldad y la injusticia. El Rey David decía acertadamente que pese a su aparente prosperidad, las personas injustas no serían felices finalmente. Ni en la tierra ni al morir. (Salmo 73).

El punto es que el Señor Jesús enseñó muy claramente que no tenemos porque afanarnos del mañana. No dice que no nos importe o que seamos negligentes. Dice "no te afanes" que significa "desesperarse", "perder confianza", "apresurarse". Justo las cosas que a los que confían en Dios se les pide evitar pues su confianza, su provisión y sustento está en Dios quien les provee justo como un Padre a un hijo.
"Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?" -Mateo 7:11

El pasaje clave es Lucas 12:22 al 31 donde el Señor Jesús pide a los que confían en Dios que esperen su provisión diaria. Tanto material como espiritual de Dios. Momentos antes el mismo Señor Jesús les enseñó a orar a sus discípulos y les decía que con confianza pidieran a Dios "el pan nuestro de cada día". Jamás de los jamases se lee ninguna, absolutamente ninguna referencia al dinero como factor de respuesta por parte de Dios para suplir, para bendecir, para responder a sus hijos, a quienes se alejan de la vida que no agrada a Dios y le obedecen. No existe ninguna referencia a esto porque el Señor Jesús mismo NUNCA exigió dinero de NADIE. Mucho menos, a cambio de bendecir o responder a las oraciones de alguien.
Si no aceptó ser hecho rey entre la gente, mucho menos aceptó ganancias de la fe.

¿Cómo es que algunas personas enseñan que ese mismo Jesús maldice sobre maldición a quienes no dan dinero (sea en forma de diezmo u ofrenda). Como no hay forma de sustentarlo, entonces sustituyen el nombre de Jesús por "Jehová" o "Yavé" para que suene a que el Padre piensa diferente del Hijo pero, a menos que usted sea Unitario, no hay forma de decir que Jesús y el Padre no son uno (San Juan 17:22)
Afirmar lo contrario, sería contradecir la Doctrina de la Trinidad. Pero incluso sin que la Doctrina de la Trinidad estuviera en medio, no hay forma de decir que el Señor Jesús asoció bendiciones y respuestas de Dios con dinero. La Biblia cuenta con 66 libros canónicos reconocidos y además 72 considerados no canónicos. Si los suma, tendrá un total de 138 libros. En ninguno de esos más de 100 libros hay indicios de que el Señor Jesús ni sus discípulos mencionan y mucho menos exigen dinero a cristianos y no cristianos.

Algunos han ido más allá y hablan incluso del "diezmo de los diezmos" que, aunque si es mencionado en la Biblia (Números 18:26), ha sido sacado completamente de su contexto histórico y moral que el Antiguo Testamento implica. Pero si acaso la ambición no para ahí, hay ministerios donde literalmente ningún ministro (persona que ocupa un cargo) puede aspirar o ejercer a una posición administrativa o participativa si no diezma. Literalmente se le cobra a las personas por formar parte de una estructura dentro de una congregación. Es un impuesto en toda la extensión de la palabra.

En un empleo o profesión a usted le pagan por brindar servicios a una empresa o institución porque se reconoce abiertamente que usted invierte tiempo, conocimiento y experiencia en dar algo para crecimiento de un interés comercial. Perdone la sinceridad pero en muchas congregaciones sucede lo inverso:
A los cristianos sinceros se les recluta para hacer y servir en labores que son incluso de tipo profesional como a los músicos, maestros de escuelas o institutos y personal que hace aseo y labores de mantenimiento (carpintería, plomería, etc) y no se les paga ni un solo quinto. A cambio, se les dice que Dios les recompensará. Convencido estoy de la misericordia y justicia de Dios que da recompensas a cada quien. Dios no es injusto para olvidar la obra de nadie por amor de su nombre (Hebreos 6:10). Pero encima de no retribuirles económicamente, incluso se les demanda dar dinero o sencillamente no pueden ascender de posición más allá de "congregantes normales". Por fortuna Dios piensa distinto y nunca deja sin recompensa que se pongan talentos, profesiones e incluso dinero a su servicio primeramente con el requisito previo de santidad y obediencia. Los hombres podrán abusar de los demás pero Dios no.

Aquí es donde esos predicadores, pastores y apóstoles sencillamente hacen restricciones. No importa que no tengas un corazón santo y sencillo ante Dios. El diezmo, el dinero, la ofrenda en si mismas parecen tener el poder de sobornar a Dios que puede compensar esa desobediencia si se da para el Alfolí del templo.
¡Más grande contradicción no puede haber! El mismo Señor Jesús habla de un hombre religioso que fue al altar a dejar una fuerte suma de dinero mientras su corazón era petulante, orgulloso y pecador. Presumía en voz alta no ser malo como los demás y presumía de sus obras. Luego, se menciona que una sencilla mujer llevó lo único que tenía para dar (un par de monedas), era viuda y además, apenas podía levantar la vista al cielo pues reconocía su pecado y estaba realmente deseosa de agradar a Dios. Jesús no dudó en decir abiertamente: "En verdad les digo que ella ha dado más que el otro" (Lucas 21:1 al 4)

¿No existe una contradicción entre eso que dicen de que Jesús maldice con maldición al que no da dinero y lo que él propio Jesús dijo sobre la importancia de un corazón santo y humilde encima del dinero? Escuché hace poco a un famoso predicador decir sin pena "Si no diezmas, eres una rata de dos patas" ¿Qué tal? Los hombres nos creemos más buenos que Dios casi siempre.
En otras ocasiones se usan argumentos tibios como "Usted no se fije en que le está dando su dinero al hombre. Lo que el hombre haga con el dinero Dios lo juzgará. Usted enfóquese en obedecer a Dios"
En tal caso ¿por qué la mayoría de los Pastores no prestan o donan grandes cantidades de dinero a sus feligreses de manera regular? ¿El dar solo opera de abajo hacia arriba?
Si un hermano viniese cada ocho días a pedirle dinero aún si prestado con promesa de pagárselo, ¿usted no se preguntaría qué hace y para qué quiere tanto dinero? ¿no sería legal y sabio saber el destino de su dinero? ¡Claro que si! ¿Por qué se pretende decir que si el Pastor o Líder piden dinero nadie debe supervisar el buen uso que se haga de ese dinero o incluso siquiera tratar de contabilizarlo?
A veces por eso el cristianismo es objeto de burlas porque se enseña a los congregantes a ser crédulos más que creyentes y, disculpe, pero no es lo mismo.

Si dice la Biblia que de Dios es todo el dinero, el oro y la plata ¿cómo puede ese mismo Dios estar tan necesitado de que se le de dinero? ¿Cómo ese mismo Dios pondría encima la importancia de un fajo de billetes encima de un corazón contrito y humillado? Algunos cínicos dicen incluso "bueno, es que Dios pide las dos cosas".

El día de su crucifixión, vemos a un Señor Jesús diciéndole a uno de los ladrones arrepentidos que ese mismo día lo iba a llevar con él al Reino de los cielos. Ese hombre que en su vida jamás diezmó iba a ser llevado a la casa del Padre solo por haber reconocido su maldad y aceptado el señorío de Jesucristo.
¿Le fue pedido a cambio alguna cantidad de dinero? La respuesta es un rotundo no.

Y no estoy hablando de que el dinero no sea requerido en la vida espiritual, en la vida cristiana.
El mismo Señor Jesús tenía a Judas Iscariote como tesorero una vez que los doce dan inicio al ministerio profético y apostólico del Mesías. Estoy seguro que pese a la capacidad de convertir el agua en vino y multiplicar panes y peces, mucho del alimento que el Señor Jesús y sus discípulos consumían costaba, tenían que comprarlo. Por seguro no se los regalaban. ¿Eso le restaba poder a Jesús? De ninguna manera.
Es más, vemos al mismo Señor Jesús pagando incluso su tributo al Cesar cuando le fue solicitado. Importante señalar que no estaba de acuerdo con ello y da una explicación ética y legal para ello pero pese a todo, humanamente se sujetó al hecho. Admirable en verdad del Señor Jesús.

Desde luego, en el libro de los Hechos vemos que los primeros cristianos tampoco estaban exentos de trabajar, de ganar dinero, de pagar comida, ropa, posesiones materiales. Los apóstoles Pedro y Pablo se menciona que trabajaban a la par de cuidar a la Iglesia. En tiempos más modernos, claro que hay que pagar luz, agua, mantenimientos, impuestos, predios, etc. por tener un templo, por tener sillas donde la gente se siente, por comprar bocinas y micrófonos que permitan que todos escuchen claramente la predicación. Se compra papel sanitario, jabones y artículos de limpieza para tener un espacio habitable. Sería absurdo decir que el dinero no hace falta en la iglesia, en el templo. Claro que es necesario.

¿A qué se le llama la "ofrenda para los santos" en el Nuevo Testamento?

Escuché hace poco decir a una buena intencionada pero mal informada mujer decir que los "santos" eran los Apóstoles de su congregación. Error doctrinal más grande basado en un adoctrinamiento humano más que bíblico.

El PERO es que no obstante, ese dinero en todo el Nuevo Testamento es claramente bien delimitado y con una visión clara: Más que la construcción de Mega-Templos (como a muchos les gusta ponerse por meta), vemos a los primeros discípulos dispuestos a apoyar a un grupo de personas vulnerables: Viudas, huérfanos y necesitados (gente muy humilde o enferma).

La "ofrenda para los santos" varias veces mencionada en el Nuevo Testamento en Romanos 15:25-26;1 Corintios 16:1-3; 2 Corintios capítulos 8 y 9 claramente (leyendo el contexto y el texto en sí mismo) muestra que el apoyo era para los pobres, gente necesitada y no para los líderes como mera ganancia.
El Apóstol Pablo fue precisamente como líder, uno de los principales promotores de la ofrenda para los santos. Es decir, él mismo animaba a otras congregaciones a apoyar en especie principalmente y con dinero a fin de saciar las necesidades de otros cristianos en situaciones de vulnerabilidad social.

La Bíblia llama repetidamente "santos" no a los líderes sino a TODO el cuerpo de Cristo. Es decir, a los congregantes mismos quienes son hechos santos por la sangre de Cristo.
1 Corintios 1:1-3, 1 Corintios 6:11

Así, se descarta por completo que los "santos" eran los apóstoles en sí mismos o líderes especiales.
Una excelente explicación de esto se encuentra en el siguiente artículo:
http://amen-amen.net/el-diezmo-biblico/23-1-corintios-16-dar-para-los-santos/

Incómodo o no, la palabra hebrea diezmo (Mazeer, derivada de Ezer que significa "Diez") no es mencionada en el Nuevo Testamento salvo cuando Jesús discute con los Fariseos y luego, ya formalmente  a los cristianos en el libro de Hebreos hablando del Sacerdote Melquisedec y en alusión histórica y figurativa acerca de Jesús como el Sumo Sacerdote. NUNCA como decreto, mandamiento o siquiera recomendación espiritual a los cristianos. (Hebreos 7).

La palabra hebrea para "Ofrenda" es "minha" que es usada constantemente también como "sacrificio". Es decir, una decisión personal de dar algo muy valioso a Dios por amor u obediencia. Es la misma palabra que se menciona constantemente en el Nuevo Testamento que en realidad tiene como equivalencia las palabras griegas "mamonas", "jrimata" (poesión, dinero, riqueza) y específicamente a la palabra λογία (logia) que significa "contribución en beneficio del pobre" pues los griegos y romanos pese a ser bastante religiosos, separaban claramente la posesión material de la posesión espiritual. El Apóstol Pablo hace mención todo el tiempo en sus epístolas a la "λογία" griega. Nunca a la Mazeer judía. (1 Corintios 16:1)
La ofrenda que el Apóstol Pablo pedía (no exigía ni tampoco demandaba so pena de maldición y juicio) era para proveer las necesidades del rito moral judío asociado al diezmo (dar al necesitado) y del contexto de pobreza de algunas de las primeras congregaciones cristianas.
Nunca como impuesto o como moneda de cambio espiritual.

En todo caso, los cristianos son exhortados a ofrendar más que a diezmar y no solo en moneda contante y sonante sino preferentemente en especie y debe ser entregado a los necesitados por incómodo que esto suene a muchos predicadores modernos. Por mucho que esto rete sus creencias, sea honesto: ¿Cuántas veces al año, al mes, a la semana se entregan apoyos económicos y en especie a las personas necesitadas de su congregación? ¿Una vez al año? ¿En cultos especiales? La respuesta es que muy pocas iglesias practican la caridad. De hecho, son más bien los pastores y líderes quienes mejoran su calidad de vida comprando autos, casas, templos enormes, equipos de sonido y joyas (algunos hasta pagan guarda espaldas) y las personas necesitadas en las congregaciones siguen necesitadas y sin apoyo más allá de una oración o promesa de ella. En tanto, estos líderes visten trajes, relojes de marca y presumen y se ostentan como autoridades en nombre de Dios a cambio de charlas motivadoras, sermones secos y sin vida o espectáculos emocionalistas llenos de herejías o mandatos de sumisión.
"Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma" (Santiago 2:14-17)

"Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo." (Santiago 1:26-27)

Según Génesis 47:15-17, el alimento sólo se usaba como trueque después de que el dinero se había gastado. En la Palabra de Dios, en Levítico, existen leyes bancarias y de usura aun antes de los diezmos. Por lo tanto, el argumento de que el dinero no era lo bastante prevaleciente para el uso diario es falso. Pero el alcance del diezmo jamás incluye dinero de productos y actividades comerciales que no fuesen alimento.
Ejemplos de muchas autoridades que concuerdan en esta definición del diezmo.

Aunque algunos incluso, además del diezmo, exigen propiedades materiales, posesiones y hasta diezmo de las ganancias de los negocios personales de sus congregantes. ¡Un robo y abuso total!

Ahora, unas sencillas respuestas que quizás ronden la mente del lector sincero de agradar a Dios y hacer lo correcto.

1. ¿Es o no bíblico el diezmo?
SI. Si lo es. Es mencionado más de 20 veces en toda la Biblia.

2. Entonces si si es Bíblico, ¿debo o no debo dar diezmo?
Si es Bíblico pero al cristiano (con base en el Nuevo Testamento luego de la Resurrección de Cristo) no le es demandado. No es mandamiento ni mucho menos obligatorio. El diezmo pertenece a la Ley dada a los judíos del Antiguo Testamento. El diezmo solo lo podían recibir Levitas (Números 18:21) y consistía principalmente en objetos en especie más que dinero como tal (Levítico 27:30, 32. Deuteronomio 12:6). Es decir, el diezmo judío desde luego que podía incluir dinero pero consistía principalmente en productos en especie. El Cristiano es exhortado a ofrendar donde "ofrendar" significa principalmente proveer al necesitado. Desde luego, si el cristiano decide dar dinero como forma de proveer al necesitado es libre de hacerlo en la proporción que guste. El libro de los Hechos menciona que incluso muchos cristianos vendían voluntariamente sus propiedades (casas) para poner ese dinero a disposición de los Apóstoles con el fin de apoyar a las necesidades de la congregación (viudas, huérfanos, enfermos, pobres, etc) según vemos en Hechos 2:45

El diezmo era parte de la Ley y el Espíritu Santo dice en el Nuevo Testamento que el cristiano ya no está bajo la Ley judía del Antiguo Testamento sino bajo la Ley de Jesucristo. Querer combinar la sujeción a la Ley del Antiguo Testamento y la Gracia del Evangelio es algo que abiertamente se señala como incorrecto. Romanos 7:6; Romanos 8:2; Romanos 9:4; Gálatas 2:16; Gálatas 2:21;Gálatas 3:10-13;Santiago 2:10

3. ¿Osea que la Ley y el Antiguo Testamento son "malos", ya no cuentan para el Cristiano?
Desde luego que NO. Mucho menos son "malos" y claro que provienen de Dios pero son un referente al cristiano. No la forma de su justificación. El mismo Señor Jesús dijo que no vino a abrogar (restarle autoridad) a la Ley sino a confirmarla. El Apóstol Pablo menciona igualmente que la Ley y el Mandamiento son santos.
El detalle es que la Ley fue dada a los judíos como forma de justificación.
La justificación de los cristianos procede de Cristo mismo, no de la Ley dada a los judíos.
Pese a que ambos pueblos (judíos y cristianos) fueron reconciliados en la sangre de Cristo, el trato de Dios y las promesas de Dios para judíos y cristianos ciertamente son diferentes en varios sentidos incluso en el libro de Apocalipsis.
La Ley del Antiguo Testamento encuentra su cumplimiento en Cristo. La justificación en Cristo llegó primero a los judíos pero como ellos rechazaron esa gracia, entonces Dios extiende en su Plan esa gracia a todos los que le recibieron (incluidos los no judíos) y les da la potestad de ser llamados hijos de Dios. Juan 1:12
La Ley era apenas el preámbulo a la justificación que vendría en Cristo. El cristiano debe tomar la Ley como referente pero sujetarse principalmente a la salvación en Cristo. La Ley del Amor y la Gracia predominan para el cristiano del Nuevo Testamento. En todo caso, el cristiano tendría que seguir al pie de la letra los usos, tradiciones y mandamientos que aplican al pueblo judío tales como no comer carne de cerdo, mariscos, guardar el sábado, comer pan y especies amargas, y regirse por el mismo calendario religioso y ceremonial de Israel entre otras cosas más que por seguro, los cristianos no hacen porque de hecho, tampoco están obligados a hacerlo aunque los judíos si. El Apóstol Pablo señaló abiertamente a los cristianos que tratar de cumplir la Ley y vivir en Cristo no era correcto. Gálatas 4:1-11. El Apóstol Santiago añade más luz e incluso cita que tratar de vivir la Ley por completo o a medias o a conveniencia (usando solo aquello que gusta o de lo que se cree capaz) sujeta a la persona a vivir en condenación. Santiago 2:10

4. Entiendo. No es obligatorio para el cristiano pero ¿qué si yo quiero seguir honrando a Dios dando mi diez por ciento en la congregación?
Está usted en toda la libertad de hacer con su dinero lo que mejor le plazca.
Es su dinero. Si usted quiere ofrendar de manera SIMBÓLICA a Dios, hágalo.

El Pastor, Apóstol o líder NO pueden legal ni espiritualmente pedirle dinero que usted no quiera dar voluntariamente. No importa el mar de textos o predicaciones que pretendan inducirlo a hacerlo bajo presión y no convicción.

Es más, si usted reconoce que su líder o líderes son dignos de reconocerles por su buen testimonio o trabajo en la Iglesia, siéntase libre de darles o prestarles dinero. La cantidad que usted quiera o sienta que es adecuada. La Biblia enseña que el obrero es digno de su salario (1 Timoteo 5:18)  y que debemos considerar a los buenos pastores y sujetarse a ellos imitando su buen ejemplo (Hebreos 13). Si a usted le nace hacerlo o sabe de una necesidad real, hará bien en apoyarles. Los Pastores también son humanos que comen, viven y gastan sobre todo cuando tienen esposa e hijos. Tampoco sea cruel y se vaya al extremo de pensar que ellos no necesitan apoyo de las congregaciones. Hay muy buenos y genuinos pastores padeciendo escasez por la tacañería de los congregantes que ni dan apoyo a los necesitados, ni dan apoyo a los buenos obreros. Eso, eso también es pecado.

Pero hágalo por voluntad propia, por amor a Dios. No bajo culpa, chantaje, exigencia o manipulación de ninguna persona tenga esta el puesto o rango que tenga.
Sepa no obstante que Dios NO está obligado a darle el doble o recompensas por el dinero que usted da.
Dios no es un banco ni un fondo de inversiones. Si usted está dando dinero a Dios (en forma de diezmo u ofrenda) bajo esa premisa, sepa que está usted tratando de comprar a Dios y eso es algo que los Apóstoles condenaron abiertamente.

5. Pero si yo venía dando mi diezmo y dejo de darlo ¿no se enoja Dios? ¿Eso no me traerá juicio o mala suerte a mi vida, a mi familia, a mi negocio?
Como mencionado, Dios no le exige diezmo a los cristianos. ¿Por qué iba Dios a "castigarle" por dejar de hacer algo que de todos modos nunca estuvo obligado a hacer?
Su hijo decide un día dejar de mandarle dinero desde el extranjero. Usted jamás le impuso hacerlo. ¿Por qué habría usted de sentirse ofendido, enojado y además planear una venganza por ello?
Pensar que Dios necesita su dinero para bendecirle pese a que usted busque la santidad, la verdad y la pureza, es contradecir abiertamente el mensaje del Evangelio de Cristo. "Por gracia somos salvos. No por obras, para que nadie se glorié"  Efesios 2:8-9

En todo caso, es más probable que se enoje o sorprenda su pastor o líder. Ya como decida usted responder a una exigencia más humana que divina, queda a su libre albedrío. Algo es cierto, su Pastor o su líder no es más importante, o más verdadero que su Salvador. Y su Señor y Dios es Cristo. Y Jesús es el nombre sobre todo nombre ante el cual toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que él es el Señor para Gloria de Dios Padre. Si usted le tiene tanto miedo, respeto u obediencia a sus líderes como a Dios, algo, en verdad mucho, anda mal en su fe, en su vida, en su concepción espiritual y de vida cristiana. Está usted muy cerca de excesos religiosos y fanatismos que le pueden causar serios problemas emocionales, mentales y sociales. Dios es el menos interesado en verlo bajo una situación como tal.

6. Mi pastor no acepta ofrendas en especie para apoyar a los necesitados. Demanda de mi de todos modos dinero basándose en Malaquías 3:9-12. Si no diezmo no me dejarán seguir siendo ministro en la Congregación. Temo ser expulsado o expuesto como "rebelde", "insujeto"
Bueno, el diezmo u ofrenda son para Dios en todo caso y, como hemos visto, más que para el Pastor, el diezmo es para ser entregado y aplicado a los necesitados.

Si usted sabe que en su congregación hay necesitados, dele ese dinero (en forma de ofrenda y/o diezmo) u objetos en especie a ellos (viudas, huérfanos, pobres, enfermos, etc.) Si quiere apoyarse en su líder para ello, hágalo. Es el modelo bíblico mostrado en el libro de los Hechos.
Pero si el líder establece que la única forma de ingreso para los pobres es pasando primero y exclusivamente por sus manos, tal vez deba reconsiderar lo que sucede.
Si usted bendice directamente a un necesitado, Dios le bendecirá por ello seguramente porque está usted cumpliendo con la ofrenda a los santos repetidamente indicada en el Nuevo Testamento.

Si usted quiere hacer donaciones voluntarias de dinero para mantenimiento del templo o compra de víveres o materiales necesarios hágalos. Presentelos como tal. Como una ofrenda a Dios a beneficio del local o de otras personas. Pero hágalo siempre para agradar a Dios. No para quedar bien con nadie o para compensar pecados o malas actitudes y conductas dentro y fuera de la iglesia. En todo caso, guárdese su dinero, arrepiéntase, vaya a los pies de Cristo, reciba perdón y luego vuelva a las cosas y ritos de la congregación.
A Dios le interesa mucho más la condición de su corazón que la denominación de sus billetes. Puede que al Pastor no, pero a Cristo el Señor si.
“Si vas, pues, a presentar tu ofrenda sobre el al­tar, y te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve primero a reconci­liarte con tu hermano y luego vuelve a presentar tu ofrenda." (Mateo 5:20-26)

Si en su congregación condicionan su servicio a Dios y a la Congregacíón de Cristo a cambio de dinero, bueno, usted tiene qué decidir con quien quiere estar bien. Es imposible servir a Dios y a las riquezas (suyas o de alguien más). ¿Está dispuesto a perder la "fama" y "reputación" ante algunas personas o su deseo de ser considerado "espiritual" y "obediente" (¿A quien principalmente?) es mayor? ¿Es mejor para usted no "hacer olas"? Está bien. Es respetable. El principal y más grande mandamiento de Cristo es amar al prójimo e ir y predicar el Evangelio. No ser ministro en un templo o fundar mega iglesias. Nos llevaremos grandes sorpresas el día del Juicio cuando mucha gente que hizo señales y milagros y echó fuera demonios será apartada y se les recordará que nunca fueron conocidos. Y otros, que pensamos que no merecían estar o no estaban a la altura de nuestras expectativas religiosas y doctrinales, serán llamados "benditos".
Pero, cada quien define prioridades en la vida y Dios incluso las respeta.
Ni es más el ojo que la mano. Ni la mano puede decir al ojo "no te necesito"
No le digo que abandone de inmediato la congregación. Tal vez haya otras formas de servir a Dios aunque no sean tan vistosas como un ministerio en el templo ¿no cree?
Pero si usted ora y detecta que se está violando la justicia, la verdad y la sana doctrina sencillamente debe moverse de ahí. Y descuide que no, Dios no lo verá como "rebelde", "insujeto" y mucho menos le maldecirá o "castigará" por "juzgar al ungido" (nombre ostentoso con el que muchos líderes se consideran infalibles casi como el papa católico). El mismo Apóstol Pablo declaró que si aún el mismo o un ángel del cielo predicaran un evangelio diferente, los cristianos estaban en libertad de alejarse y la persona con falsa doctrina tenida incluso como anatema (digno de juicio/muerte):
"Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema. Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema" -Gálatas 1:8 al 9- 

7. ¿No crees que estás promoviendo desobediencia, extravío y siendo piedra de tropiezo a otros con estas cosas que dices?

Lo cierto es que es un deber moral, ético, espiritual y social denunciar los abusos cometidos en nombre de Dios. Mi intención con este post no es decir que es "malo" dar dinero en las congregaciones (ya vimos que el dinero hace falta aquí y en China). Digo que es incorrecto, desde donde se le quiera ver, el exigir, demandar, presionar y coercionar al pueblo de Dios, a las personas en general para que den dinero. Sobre todo cuando esto es en beneficio exclusivo y egoísta de personas charlatanas, vividoras y nada que ver con los verdaderos siervos de Dios. La Biblia, como las Constituciones Políticas, puede torcerse a placer y conveniencia de quienes se ostentan como los únicos intérpretes de ella o de su autor: Dios.
Es menester de los cristianos mantener una fe sana que no está peleada con la razón, el buen juicio y el sentido común.

Cientos de personas han salido afectadas emocional, psicológica, física y espiritualmente de sus congregaciones por abusos verbales, doctrinales y hasta materiales que empezaron a ser tolerados como "asuntos sin tanta importancia" en nombre de la "obediencia", "sujeción" y "disciplina" a los malos obreros en sus congregaciones. Dios desde luego, no está a favor de una fe ciega, fanática, sin sustento y causal de daños y afectaciones. No lo está. Dios no tiene nada contra el dinero. Bendiga a Dios con su dinero, con su trabajo, con sus posesiones. Sea de palabra o de acción, todo lo que haga, hágalo para gloria de Dios. 

"No a nosotros Señor, no a nosotros sino a tu nombre da Gloria" Salmo 113:1

La siguiente y sencilla enseñanza del Pastor Nicolás García resume y extiende en pasajes bíblicos sobre este tema de una manera genuina y clara. Dios le bendiga.




1 comentario:

Anónimo dijo...

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