jueves, 27 de diciembre de 2012

Todos contra Dios

La famosa imagen del bus en España que fue difundida por haber generado polémica y aceptación al mismo tiempo debido a su particular forma de "publicidad" patrocinado por una organización ateista fue la mejor ilustración que encontré para hablar de cómo nuestros tiempos están claramente marcados por una muy fuerte campaña de promoción de no creer. No solo de no creer sino de no aceptar también la existencia de Dios y particularmente, del Dios judeo-cristiano.

Quienes siguen este blog saben que no creemos en Dios de manera fanática ni religiosa aunque tampoco tratamos de hacerlo de manera liberal e irracional. Este post no es una "defensa" de Dios porque él no necesita que nadie lo defienda. Así como la Ley de Gravedad existe creas o no creas en ella, así Dios permanece y permanecerá como lo ha hecho desde siempre.
Desde luego, tampoco este post pretende ser un "ataque" a quienes no creen. No hay necesidad de tal. Además, creo en el derecho mismo de cada ser humano de decidir voluntariamente. Eso incluye creencias y convicciones.

Lo que busco con este post es mostrar como existe una curiosa conexión entre el aumento de corrientes ateistas y agnósticos y el aumento paralelo de satanismo en las sociedades modernas.
Con esto no pretendo afirmar que todos los ateos y agnósticos son satánicos. Eso sería un grave error.
Conozco grandes amigos y respetados conocidos que tenemos una buena amistad y relación a pesar de nuestras diferencias de fe y creencia y me consta que no satanistas de ningún tipo.

Existen los ateos y agnósticos convencidos y existen (como en el caso de los creyentes) los ateos y agnósticos de corriente (influenciados pero no educados).
Del mismo modo que los creyentes, hay quienes no creen en Dios solo porque les es más fácil reprocesar las ideas de otros que han documentado su postura. Son "repetidores" de conceptos pero no vividores de los tales. Gozan de los "beneficios" de ser tenidos por "intelectuales" (así como ciertos creyentes gozan de ser tenidos como "espirituales") en ciertos círculos y al mismo tiempo, se convierten (en muchos casos) en el mismo tipo de fanáticos que critican.

Así, todos los extremos son malos. Tanto falla el incrédulo que intolera al creyente como el creyente peca por intolerar al que no cree.

Con ese prólogo quise iniciar porque así como en su momento inició una fanática cruzada de querer "combatir" al mal precisamente haciendo mal (muy terribles males) en el triste evento histórico de la "Inquisición", así ha iniciado hoy la inversa campaña de combatir a Dios.

Y así como en ese entonces de la Inquisición se justificaba la persecución por el bien de los niños y de la humanidad completa, así hoy se justifica la campaña de demostrar que Dios no existe por el bien de los niños y de la humanidad.

Aún si Dios no existiera, este tipo de eventos de intolerancia siguen demostrando que los seres humanos seguimos obstinados en encontrar y atacar nuestras diferencias antes que promover nuestras similitudes.

Pero hay un fenómeno curioso en esta oleada de campaña "anti- Dios". En ese sentido ambas campañas coinciden en que mientras se enfocan en discutir o no la existencia de Dios permiten en paralelo la abierta adoración precisamente al Diablo.

Y aquí es donde ambas campañas (Inquisición y Anti Dios) parecen cumplir sin darse cuenta (o quizás a sabiendas) con un fin donde un grupo particular pero poderoso de personas toman ventaja: Satanistas.

Y es que contrario a las corrientes primarias del satanista promedio de los años 80's caracterizado por ser altamente religioso y ritualista, el satanista actual ha evolucionado y ha abrazado las bases de los satanistas serios que precisamente surgieron a mitades y finales de los 80's.

Anton Lavey, autor de la "Bíblia Satánica", es el mejor ejemplo de un nuevo satanismo moderno que pugna por lo que podríamos llamar un "satanismo racional". Para quienes hayan leido la "Bíblia Satánica" habrán descubierto que no se trata de un libro de rituales. Leerlo es casi como leer algún otro libro de Friedich Nietzsche. Es un libro altamente filosófico, racional aunque no podemos decir que científico.

La razón es convocada a tal grado que la existencia misma de Satanás es puesta en una especie de duda. Suena raro viniendo de un satanista al grado que de primera lectura parece que Anton está renegando de su creencia. Sin embargo, no es así. Leer con atención a Lavey es como leer algunas cartas del Apóstol Pablo en el Nuevo Testamento donde, contrario a lo que dicen muchos críticos, las disertaciones espirituales son altamente racionales. No en vano se ha dicho que incluso en su momento las cartas de San Pablo fueron "malinterpretadas" por la cristiandad antigua ya que él trataba de "demostrar" a Dios de una manera diferente al concepto Judío basado en un tipo más "clásico" como en las religiones antiguas.

¿Entonces dónde está lo "malo" de los escritos de Lavey?
Se necesita tener concepción espiritual necesariamente para comprender las implicaciones de las explicaciones de Lavey. Dígase así: Necesitas comprender lo que la misma Bíblia dice sobre Dios y el Diablo para poder entender lo peligroso de los dichos de Lavey.

Precisamente Lavey llevó a papel impreso las máximas del pensamiento Luciferiano: "No hay Dios. Tú eres tu propio Dios" que deriva en la máxima de conducta del satanista síncero: "Haz lo que quieras".

Ese pensamiento es justamente el mismo que la Bíblia nos muestra en Génesis y en Isaías y que se repite en el Nuevo Testamento cuando Satanás tienta a Jesús y se muestra aún en el Apocalípsis de San Juan: Satanás encuentra adoración cuando la gente no adora a Dios.

No existe una forma "neutral" de adoración. Estás adorando a Dios o estás adorando a Satanás.

"¿Pero qué pasa si yo no creo en ninguno de los dos?"

Estás cayendo de alguna manera en una auto-adoración que es igualmente señalada en la Bíblia y en la misma enseñanza de Lavey.
Claro, la adoración no solamente es la aplicación de rituales. En Hebreo "adorar" significa "rendirse", "inclinarse", "rendir homenaje". El Apóstol Pablo decía incluso que la Adoración es también parte de un culto racional. Es decir, la adoración tiene base en el cerebro. Adorar es entronizar a algo o alguien en la mente, alma y cuerpo. A eso se refería Jesús cuando decía que el principal mandamiento es "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas" (San Marcos 12:28-33)

Si no es Dios y no es el Diablo quien está en el centro de tu vida, entonces tú eres una especie de "dios" propio y, tanto en Cristianismo como en Satanismo, esa sigue siendo una forma de adoración. Los satanistas como Lavey dicen que la auto-adoración es también, una forma de adorar a Satanás aún si no creas en él.
¿Por qué? Porque no va dirigida a Dios y eso basta para que Satanás sea exaltado de manera indirecta.

Para los Cristianos, la auto-adoración desde luego es claramente señalada como una forma de ir en contra de la adoración genuina a Dios.

Así que, este sencillo planteamiento es como lanzar a tres personas que tienen diferentes creencias sobre la gravedad desde un edificio.
El primero cree que la gravedad es "buena" y acepta su libre caida. El segundo cree que la gravedad es "mala" y sufre su caida.
Habría un tercer individuo que no cree en la gravedad y se muestra resistente a creer que puede caer porque piensa que también puede comenzar a flotar aunque considera que la existencia o no de la gravedad le puede ser indiferente.

Cuando el tercer individuo cae el primer individuo sabe que eso pasaría aunque le hubiera gustado que el tercero hubiera estado mejor informado sobre la gravedad. Sabe que era imposible que flotara.
Con el segundo individuo la postura es de casi igualdad con el tercero porque en ambos casos ambos caen. El segundo no tenía esperanza de flotar pero flotando o no, sabía que caería justo como el tercero.

"¿Qué tiene que ver todo esto con ser ateos o agnósticos y lo que sucede hoy?"

Contrario a lo que pueda pensarse, la ausencia de Dios solo puede significar la presencia de Satanás. Y es que, como incluso el mismo principio de física lo establece, no hay vacíos en el universo. La ausencia de algo significa la presencia de algo más. La oscuridad es sino la ausencia percibida de luz.
Donde no se percibe luz, se percibe oscuridad.
Donde no hay misericordia abunda la crueldad.
Donde no hay ciencia abunda la fantasía.
Donde no hay alegría abunda la tristeza.

Hay personas que equivocadamente dicen que sacar a Dios de la escena implica sacar con él a Satanás. Pero la historia misma nos muestra que esto no es así. Claro, porque no son lo mismo. No son la misma persona.

¿Por qué no existen campañas para sacar a Satanás de la vida del ser humano?

Porque la gente se rehusa a señalar la existencia de una entidad real maligna. Es curiosa la justificación racional que las personas hacemos para sacar a Dios de nuestras vidas. Negar que existe Satanás nos da la oportunidad de considerarnos lo suficientemente buenos. Negar que existe Dios nos da la oportunidad de comportarnos lo suficientemente mal.

Maquiavelo describía en uno de sus postulados, como lo hizo Sun Tzu también en su momento, que una excelente estrategia de guerra es minimizar la existencia propia y poder achacar los actos a alguien más.
Es decir, un candidato a rey que quiera asumir el control de reino debe pasar desapercibido a los ojos de la gente pero lograr que sus actos sean atribuidos al rey mismo. Así, el pueblo mismo será el que pugne por la caida del rey.

Nadie puede luchar contra quien no conoce así como nadie puede luchar contra otro sin conocerse a sí mismo. Satanás conoce sin duda estos conceptos. Más aún, los practica y con buenos resultados entre la humanidad actual que niega su existencia aunque acepta promover campañas de rechazo a su rival: Dios.

PLAN DEFINIDO: UN MUNDO SIN DIOS

La creciente secularización del mundo no solo pretende terminar con la concepción de una religión tradicional sino además de erradicar la misma concepción de la existencia de Dios. No de cualquier dios sino principalmente de Dios. Esa persona o figura máxima que todas las personas conocen, intuyen o al menos presienten.

Esta campaña se ha vuelto más radical. Ya no solo se trata de sentarse a discutir con los creyentes. Hoy se trata de crear estrategias de disuasión y persuasión no solo "contra" los que creen sino hacia aquellos que pudieran creer.

Nace así la nueva y más agresiva campaña de humanización (como si ser humano implicara no tener un credo) que busca enseñar a los niños que creer en Dios no es correcto, no es científico ni tampoco "humano" creer en un Dios. Su lema suena muy parecido a las máximas de los satanistas modernos:
"Being good without God" ("Estar bien sin Dios") que es como el "Que bien se siente lo malo y que malo se siente lo bueno" de  algunas corrientes ocultistas que promueven sus conceptos en vídeos musicales y hasta en comerciales de TV.


"Kids without God" es un gran movimiento enfocado no a adultos sino a niños y jóvenes por enrutarlos a defender su derecho de vivir una vida sin Dios.

Mostrando la creencia en Dios como algo tonto y sin bases científicas, esta organización se enfoca no es mantener a los chicos alejados de las drogas, las armas o malos hábitos que destruyen sus vidas y sus cuerpos sino de cualquier vestigio de fe.

Desde luego, este rechazo a Dios no sucedió de la noche a la mañana. En los últimos 10 años se han venido sucediendo diversos eventos que incluyen la creación de documentales pseudo-científicos que tratan de ridiculizar la doctrina Cristiana cuando en realidad lo que se muestra no son errores de la fe cristiana sino del culto católico que bien se sabe, desde sus inicios fue una mescla grosera de religiones paganas con toques de cristianismo.

En caricaturas, programas de radio, TV y películas se ha venido mostrando cada vez más una agresiva concepción contra Dios, contra Jesús. Programas como Los Simpsons, Padre de Familia, South Park y series de TV consideradas "exitos" han hecho burla abierta de la Bíblia, Cristo, la cristiandad y cualquier cosa relacionada con una figura divina.

El aumento y descarado manejo de pedofilia y homosexualidad entre la jerarquía católica (la cual sigue impune y operando sin castigo legal) ha decepcionado a miles entre sus propias filas y aún desde las afueras.

La religiosidad e hipocresia de antes poderosos líderes cristianos (mal llamados aún "protestantes") que han sido sorprendidos en drogas, homosexualidad y fraudes económicos también se han sumado a la mecha de este cartucho explosivo en que la religión moderna se ha convertido.

Entonces, como una especie de alud, sectores humanistas, intelectuales y algunos llamados "científicos" se lanzan no contra las instituciones que generan estos eventos sino contra la fuente misma de la creencia y la divinidad.

Mientras que cuando un asesino mata a inocentes en nombre de un culto nadie hace campañas de sacar del escenario a Satanás. Es decir, no hay sitios web que promuevan retirar el cine de horror, suspenso o asesinatos. Tampoco hay intentos por querer cerrar iglesias satánicas legal y oficialmente establecidas. No se crean sitios web para tratar de comprobar con ciencia que Satanás no existe. Nadie alza la voz para terminar con esos programas de horóscopos, casos sobrenaturales, brujería, hechicería o monstruos en la TV.

Eso se considera (con todo y pentagramas, invocaciones, sangre, sombras, velas, ritos e invocaciones) "entretenimiento". Se considera además "inofensivo". Parte "normal" de la psique humana. Se tolera por que, según "estudios", hay una parte primitiva de nuestro cerebro donde surgen estos temores y entonces se aceptan. Se acepta más creer en vámpiros románticos que luchan contra hombres lobos o en la posibilidad de un ataque de zombies que confirmar una fe en Dios, en Jesucristo, en la Bíblia.

Sin embargo, Dios como persona y creencia, no se considera algo humano (aunque desde los inicios de la humanidad la fe en algo superior ha estado siempre ahí justo como la capacidad de pensar y generar ideas).
Se considera humano equivocarse, tender a la violencia, tener emociones y sentimientos pero no se considera humano tener una fe, tener una convicción espiritual.

Ser un "no-creyente" se ha vuelto ahora algo más que una posición intelectual. Se ha convertido en un auténtico culto por extraño que parezca.

Creer en Dios se considera tonto. Creer en Satanás se considera equivocado.
No es de extrañarse que la gente es presionada a preferir creer en el Diablo antes que en Dios.
Nadie quiere ser un tonto. Preferimos pasar como "equivocados" que tontos. Es decir, la presión social de "pertenencia" juega un papel fundamental.
Esto está comprobado en experimentos psicológicos y científicos.

Así, en un mundo sin valores donde la violencia es promovida y exaltada la creencia en Dios se considera incluso hasta "débil". En un mundo lleno de computadoras donde la teoría de la Evolución de Darwin sigue, como el Bing- Bang, aún sin comprobarse (y se acepta y enseña meramente en una especie de "fe"), algunos piensan que es tiempo de "deshacerse" de Dios.

Como si contar con más tecnología o información nos diera el derecho de negar aquello que no entendemos del todo. Seguimos sin entender muchas cosas del universo e incluso del mundo en que vivimos pero no las negamos, no tratamos de sacarlas de nuestra vida sino que, como la verdadera ciencia invita, buscamos encontrar la respuesta. Si no la encontramos, no nos burlamos ni censuramos. Seguimos investigando. Seguimos desarrollando.
Sucede con los procesadores de computadoras. Sucede con los discos duros. Y lo aplaudimos y lo celebramos.
¿Por qué querer sacar a Dios solo porque no lo entendemos o no lo hemos visto fisicamente?
¿Hemos visto físicamente los unos y los ceros que hacen funcionar las potentes computadoras que manejamos cada día? ¿Vemos como funciona desde dentro un procesador?
No, la mayoría solo nos sentamos frente al monitor y escribimos en el teclado.
Nadie ha tirado su computadora aún porque la CPU no es transparente y no se puede ver cómo funciona el disco duro sellado o el procesador acoplado.

"NO CREAS EN DIOS PERO ACEPTA AL DIABLO"

Se necesita creer que Dios es algo más que una "superstición" y una idea tonta o "pasajera" para crear una campaña directa contra él. Incluso para ser ateo o agnóstico se requiere una clase de fe.
Todos sabemos que Dios no es solo "algo". El Dios de la Bíblia se ha presentado además como una persona.

Y aquí es donde la modernidad se torna extraña y contradictoria.
Se promueve el no creer en Dios pero se promueve en paralelo creer en lo opuesto a Dios.

Escuelas en Estados Unidos han prohibido orar en clases y en Europa se prohiben servicios religiosos cristianos aún en horarios extra-curricular por parte de los alumnos en los campus pero...se acepta la entrada de clases y enseñanzas de satanismo, ocultismo y hechicería.

¿Pero que acaso no dicen los estudiosos que ese tipo de pensamiento es primitivo?
¿Por qué ahí nadie, sino salvo algunos grupos cristianos,  levantan la voz y protestan creando campañas de humanización donde se enseñe a todas esas personas (incluidos profesores, académicos e intelectuales) que creer en lo mágico, ocultista y satánico no es la mejor opción?
¿Por qué nadie crea sitios y campañas para sacar al Diablo de nuestras vidas, de la sociedad moderna?

Dicen algunos que porque no se quieren meter en un asunto moral y religioso. Luego entonces, ¿es más respetable una creencia en Satanás que en Dios?

Lo más peculiar del asunto es que esta campaña de "Todos contra Dios" no viene sola. No se trata de un genuino intento de ciencia a favor de la humanidad. Está siendo utilizada premeditadamente por líderes políticos, empresariales y militares cuyas creencias curiosamente son a favor del culto a Satanás.

Dichos cultos, creencias y convicciones son promovidas por los "artistas" del momento que influyen en miles de niños y jóvenes alrededor del mundo. Son presentados en programas de TV, Cine, Radio, Caricaturas, Literatura e Internet pentagramas, símbolos ocultistas masones y satánicos, culto a ángeles, horóscopos, apariciones, asesinatos, reallity shows de sexo, violencia y bizarros hobbies, machismo, feminismo, feminicidios y tantas cosas más dañinas para el individuo y la sociedad pero se considera solo "entretenimiento".
Pero pobrecito Dios que no se atreva a asomar la cara porque vamos a querer censurarle y echar de nuestras vidas. Lo otro podrá ser malo y grotesco pero es "entretenido" y deja dinero (mucho dinero).

1 comentario:

Anónimo dijo...
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